TOLEDO: BONITOS ENCUENTROS Y NUESTRA EXPERIENCIA TELEVISIVA (24/09/2021)

Después de nuestro poco éxito en Consuegra nos dirigimos a Toledo para explorar esta grandiosa ciudad cultural. Ya saliendo de Consuegra un cielo gris oscuro nos oscuro nos envuelve y comienza a desplomar lluvia sin cesar.

Por suerte llegamos a Toledo y nos instalamos cerca del caso antiguo con unas vistas impresionantes del Alcazar, pero en cuestión de minutos una tormenta de granizo descarga sobre La Española, parece que la va a hacer añicos, ¡qué sensación!. Y como siempre, después de la tormenta, viene la calma y la noche es tranquila, pero vaya susto.

Hemos madrugado para recorrer las calles empredradas toledanas, ciudad rodeada por el Tajo y que nos transporta a ese pasado donde tres culturas han ido esculpiendo cada rincón de cada callejuela y cada edificio; la cristiana, musulmana y judía, han dejado su maravilloso legado arquitectónico.

Elegimos la catedral, de estilo gótico medieval, la sinagoga del Tránsito con una magnífica colección de piezas sefardíes, así llamados a los judíos que habitaron España y como no, la capilla de Santo Tomé donde se exhibe la obra de arte más conocida de El Greco, “ El entierro del Conde Orgaz”. Nos empapamos de todo cuando la guía del grupo que acaba de entrar, cuenta sobre la historia de esta magnífica pintura, donde San Agustín y San Esteban, descienden desde el cielo para el funeral del Conde y tomando su cadáver en presencia de todos los allí presentes, lo depositan en la tumba.                              Hacemos una parada en la Abadía, un magnífico restaurante en el caso antiguo ubicado en un edificio medieval que servía de almacén hace siglos. Como acabamos de empezar el viaje, hemos decidido pegarnos un buen banquete con el que llaman menú “Montes de Toledo” y donde degustamos paté de caza, un magnífico queso manchego, unas croquetas de boletus y faisán, seguimos con un arroz de perdiz y un lomo de ciervo exquisito, francamente, ya no nos queda hueco para el pastel de queso casero, tenemos que hacer un esfuerzo pero está delicioso. Terminamos el día con una visita al museo de la Santa Cruz, donde encontramos una exhibición temporal de Almodovar y Galindo, color por doquier y mucha expresividad en unos lienzos gigantes que nos deleitan durante horas hasta que decidimos volver a nuestra casa para descansar.

                       

                       

                       

Sinceramente nunca imaginamos que a raíz de nuestro viaje, nos contactaran de tantos medios para contar nuestra aventura, pero todavía menos que nos llamaran del programan “En compañía” presentado por Ramón García. Hemos madrugado para dejar la casa como los chorros del oro, porque no todos los día se sale en la tele. 

A la llegada a los estudios, enseguida nos reciben el guionista y el redactor, seguidamente, vienen los cámaras a rodar el interior, menos mal que la hemos dejado reluciente, porque están grabando hasta el último rincón. Acto seguido, Judith, la asistente no llevan al comedor, donde tomamos el menú del día, que francamente está muy rico, media hora más tarde, un chico, viene a recogernos y nos da un camerino para cambiarnos. Nada más ver ese espejo de luces nos da la risa, jajaja, parecemos dos estrellas de la tele, una vez vestidos, pasan a retocarnos desde maquillaje y acto seguido viene la directora del programa con Ramón García a saludarnos, muy majos todos, minutos más tarde, se acerca otro chico, nos dice que es el subdirector, y con el repasamos el guión, básicamente, nosotros ya nos lo sabemos, pero se quieren asegurar que tanto Ramón como Gloria, la otra chica que presenta el programa tienen la información correcta, parece ser que a Ramón no le hace gracia que haya erratas en los guiones que luego los invitados desdicen. Acto seguido vamos a sonido para que nos instalen los micrófonos, y a todo esto yo con mi refajo puesto jajaja. Por un pasillo, aparece Gloria, una pedazo de tía buena que lo flipas, con unos taconazos tremendos.

  • Chicos, ¡pero qué alegría! –nos dice toda efusiva.
  • ¡Hola! –le contestamos.
  • Que gracia, yo me voy para la feria de Hellín y vosotros os habéis venido a Toledo.
  • ¿Qué vas a hacer un reportaje? –le pregunto.
  • No, es que soy de allí, ¿no lo sabíais, en serio?

Nos quedamos un poco cortados, la verdad, pero que le vamos a hacer…

Y llega el momento, no sé cuántos focos, cámaras gente delante de nosotros y Ramón quejándose del calor, y Gloria sin para de hablar, y la regidora comienza la cuenta atrás…

  • Treinta segundos, veinte, diez… dentro cámara.

Y comienza el programa, ¡un directo!, por suerte, estamos ya hechos a contar nuestra historia y no nos intimida toda la parafernalia.

Parece ser que ha quedado muy bien, así que después de tres horas de preparativos, nuestros “siete” minutos televisivos, han sido un éxito.

Antes de dejar los estudios, viene Gloria corriendo a despedirse de nosotros y a ver la camioneta, la verdad que un encanto de chica. Muchas gracias a todo el equipo de ¡En compañía!

                         

Después del programa, nos dirigimos a la casa de mi amiga desde la infancia María, hacía siglos que nos nos veíamos y estamos encantadas la dos de poder pasar un par de días juntas con toda su familia que no son pocos Paco, y sus cuatro hijos, una casa en la que no te aburres, especialmente por el par de gemelos que son unos bicho preciosos, además se apuntan también unas compañeras de María enfermeras y pasamos un fin de semana entre amigos genial, además se equipan con nuestras camisetas, libros etc… y luego nos echan hasta bocadillo para el viaje después de cebarnos todo el fin de semana. Muchas gracias amiga y familia, lo hemos pasado genial.

                                             

                  

Hemos solicitado en al ayuntamiento de Oropesa el poder poner el stand en el pueblo, y encantados nos dijeron que sí, sin papeleo de por medio, por lo que el domingo por la mañana, después de pasar la noche junto al castillo, montamos el puesto en la plaza, parece que el lugar está animado, incluso nos ha salido un amigo que no se despega de nuestro lado, va un poco cocido y no para de dar la murga. De repente, se acerca un muchacho todo sonriente y nos dice:

  • ¡Tobarreños! ¿ pero que hacéis aquí?
  • Hombre Juan, ¡que alegría! –le contesta Jose Carlos

Juan, es un antiguo amigo de Jose, hace años que se fue de Tobarra y hacía tiempo que le había perdido la pista, y casualmente está en Oropesa con su mujer y sus suegros tomando algo en la plaza. Nos pegamos un buen rato de cháchara con ellos y además nos compran medio puesto. ¡Qué alegría y que gente más maja!.

                    

Comemos en lo alto del castillo y desde aquí ya divisamos la sierra, voluptuosa y color verde olivo, cubierta tímidamente por nubes tan blancas como la nieve, allá vamos Sierra de Gredos.