SALAMANCA Y GUIJUELO, HISTORIA Y JAMÓN (01/10/2021)

Nuestro siguiente destino es Guijuelo, tierra conocida por su jamón ibérico. Hace unos días contactamos a Patabrava, empresa familiar que han transferido de generación en generación el arte de elaborar unos de los jamones más exquisitos de la zona.

Por el tema del covid, han restringido las visitas, pero con nosotros hacen una excepción excepción y les estamos muy agradecidos. De camino, llamamos al ayuntamiento para ver la posibilidad de poner nuestro puesto en la plaza y de inmediato nos dan una respuesta positiva, ¡bien! así da gusto.

A la llegada al pueblo, nos acercamos al ayuntamiento, donde Cristina está encantada con nuestra visita. La chica de la oficina de turismo nos ayuda a colocarlo todo, contactan a la radio y difunden en las redes sociales nuestra visita. En cuestión de una hora, María, la locutora nos hace una bonita entrevista muy chula, lo que hace que los vecinos vengan a visitarnos y  a colaborar con nosotros. La mañana se da de maravilla y como despedida nos hacen un regalazo por parte del ayuntamiento, un lote con jamón ibérico, vino y otros productos, ¡qué maravilla pasar por pueblos así!.

                   

                     

Después de una comida rápida para no perdernos la siguiente atracción, nos dirigimos a lo que va a ser el espectáculo del día. En la puerta de Patabrava coincidimos con Luis, el dueño de la empresa que al vernos vestidos de manchegos, esboza una buena sonrisa…

  • Bienvenidos chicos, habéis venido en el mejor momento, porque tenemos a los cortadores aquí –nos dice Luis.
  • Pues estupendo, menudo lujo –Le contestamos.

Nada más entrar en las instalaciones, se nos hace la boca agua, unos de los cortadores, se le ve bastante dicharachero y está entusiasmado con la entrevista que estamos haciendo, con lo que mientras Jose Carlos pregunta mil cosas, yo me pongo a su lado y trozo va, trozo viene, ¡qué rico!

Después de mostrarnos todo el proceso de curación de los miles de jamones que procesan, Luis nos regala un par de bandejas cortadas a mano, tres bolsas de taquitos y una tripa de chorizo, increíble, que gente más amable. Guijuelo, te llevamos en nuestro corazón.

Después de esta maravillosa visita, vamos en busca del cerdo ibérico, hemos visto miles de jamones y los hemos degustado, pero donde están. Un pastor que nos encontramos por el camino, nos dice donde hay una granja, y allí vamos desde el camino, vemos las maravillosas dehesas, y sí allí están esos gordotes hartándose a bellota.

                   

La intención es dormir en Salamanca, pero de camino, pasamos por el pantano de Santa Teresa y el paraje es tan bonito que decidimos pasar aquí la noche y donde contemplamos una bonita puesta de sol, algo que echábamos mucho de menos.

Temprano nos levantamos y nos ponemos rumbo a Salamanca, donde hemos quedado con Verónica, una periodista del periódico Salamanca24h.

Aparcamos nuestra casa en el puente romano, con unas vistas maravillosas de la catedral y del rio Tormes. Al bajar vestidos de manchegos, la gente nos pide echarnos fotos con ellos, pues claro que siii, parecemos dos estrellas de cine jajajaja.  Después de la entrevista seguimos von nuestra vestimenta recorriendo este maravilloso puente que formaba parte de la ruta de la plata, calzada romana que atravesaba de sur a norte parte del oeste de Hispania, desde Augusta Emerita hasta Asturica Augusta, o sea desde Mérida hasta Astorga en León.

                  

Salamanca es una ciudad que nos deja entusiasmados en todos los aspectos, recorrer sus calles llenas de historia, de edificios con una maravillosa arquitectura, como la Casa de las Conchas, la Universidad, con una fachada plateresca fascinante donde podemos pasarnos horas contemplándola, sus catedrales, la grandiosa Plaza Mayor de estilo churrigueresco, hasta encontramos edificios modernistas y por supuesto esos rincones menos conocidos como el jardín de Calisto y Melibea, donde Fernando de Rojas se inspiró al escribir la Celestina, o la cueva de Salamanca donde cuenta la leyenda que el diablo, hacía presencias clandestinas e instruía en ciertas materias esotéricas a varios estudiantes entre al Marqués de Villena. No le faltan estilos arquitectónicos a esta ciudad, ni historia, ni leyendas, y muchos de sus secretos, los descubrimos con Manuel, un joven que encontramos paseando y que no sólo nos aconseja de lugares para visitar en Salamanca y nuestros siguientes destinos, sino que también nos compra un libro y una camiseta. Manuel, muchas gracias por tu colaboración, tu ayuda y tus consejos.

                  

                   

                    

                    

                    

Para terminar el día nos deleitamos con un buen hormazo salmantino, ¡delicioso y consistente!

¡Gracias Salamanca por ofrecernos tanto!, no olvidamos nuestro paso por esta maravillosa tierra.

 

                                                                                                       CONTINÚA EN PORTUGAL