LA RIOJA, UN MARAVILLOSO OTOÑO Y EL CALOR FAMILIAR (22-10-2021)

La conducción desde Vitoria hasta La Guardia, uno de los pueblos más bonitos de la Rioja Alavesa nos deleita con los colores de sus campos de viñedos en los colores del otoño, parece un lienzo impresionista, además ya relajados con La Española reparada, todo se ve mucho más hermoso.

Hace un día espléndido y nuestro paso por San Vicente de la Sonsierra, vemos una zona de picnic muy bien equipada hasta con una pila, con lo que aprovechamos para hacer la colada que se seca de inmediato mientras comemos junto al Ebro con vistas a la iglesia del pueblo y al puente medieval, ¿qué más podemos pedir?

                 

                 

                 

                 

                    

Mañana tenemos entrevista con la Tele Riojana, nuestro primo Benja que trabaja para TVR nos la ha propuesto, pero después de nuestra visita a La Guardia y las increíbles vistas que hay desde lo alto, decidimos pasar la noche y salir temprano hacia Logroño.

Las Norias, es un parque de la ciudad donde las caravanas suelen pernoctar y para evitar entrar con la Española en el casco antiguo, los chicos de la tele nos proponen hacer aquí la entrevista. A las once en punto Santi y Alicia acuden con su furgo y cuando nos ven con nuestro atuendo manchego sonríen. Pasamos un rato entretenido con ellos y nos hacen una entrevista chulísima. ¡Gracias Benja, Elsa y al equipo de TVR por ayudar a difundir nuestro proyecto!

Y ya que estamos en una ciudad y que las ventas hasta ahora han sido nulas, hay que intentar aprovechar, la oportunidad. Nos ponemos en contacto con el ayuntamiento y la respuesta es esperanzadora, hay un mercadillo de segunda mano el domingo en la Plaza del Mercado y nos sugieren hablar con la asociación que lo lleva para consultarles. El problema es que no tenemos ningún contacto, bueno, ya veremos lo que hacemos…

Aprovechamos que es viernes para hacer algunas compras sobre todo de ropa de invierno, cuando salimos de Tobarra, hacía calor, y nos hemos dado cuenta que casi sólo hemos traído ropa de verano, vaya viajeros previsores jajaja.

A las cinco de la tarde, llega Benja con su amigo Luis y nos recogen para llevarnos a Navarrete, donde vive el hermano de Luis, Eugenio y donde tiene una bonita casa de pueblo, que más bien es un museo, es aficionado a la alfarería y compró un antiguo horno alfarero, que ha habilitado como vivienda, una auténtica maravilla de lugar. Poco a Poco van llegando nuestros primos, Irune, Mariana, Ricardo y Elvira, con lo que pasamos una tarde estupenda rodeados de familia, de arte y de una comida espectacular, chuletas, morcilla riojana y un salchichón para chuparse los dedos, qué bonito encuentro. ¡Gracias primos!

                  

Hemos pasado la noche junto a la bonita iglesia del pueblo justo enfrente de la casa de Eugenio, y al amanecer el maravilloso paisaje multicolor nos vuelve a deleitar, y a pensar lo afortunados que somos por disfrutar de estos momentos.

Hemos decidido que vamos a montar el puesto en el mercado a pesar de no tener autorización, ya que hay que arriesgarse, supuestamente a las diez de la mañana tiene su apertura, pero para ser precavidos y antes de vestirnos con el atuendo manchego, aparcamos la camioneta en un parking cerca de la plaza y vamos a ver lo que se cuece.                                                                                                                                                                                    Puestos hay muchos, pero posibles compradores no, tal vez porque es muy temprano y hace un frio que pela, lo de ponernos las alpargatas hay que pensárselo dos veces. El ambiente es variopinto, sobre todo hay puestos de gitanos y marroquíes con todo tipo de artículos curiosos, vamos que uno puede encontrar desde una cinta de vídeo VHS, hasta una réplica  cuadro de Dalí con marco dorado.

Damos con el presidente de la organización, Jose Miguel es un tipo muy majo que nos dice que no hay ningún problema en colocar nuestro puesto. Pues perfecto, volvemos al rato con nuestro look manchego que es la sensación entre nuestra competencia, sobre todo masculina.      Los posibles compradores no aparecen, pero si algún que otro que quiere coger nuestra mochila, nuestro teléfono y hasta un libro…                                                                                  Pero al medio día ya con el solecito en lo alto, el tránsito comienza a aumentar, de repente, un chico se nos acerca, y nos dice:

  • Vosotros sois de Tobarra
  • Si –le contestamos.
  • Yo tengo vuestro libro y conozco a tu hermana Pili –nos dice.

                                      

Jajajaj, no nos lo podemos creer, este chico es conductor de un autobús y ha traído a un grupo a Logroño, que casualidad, pasamos un rato conversando con él, y en breve, tenemos posibles clientes que se interesan por nuestra aventura, la mañana transcurre bastante amena y con buena venta, ¡ qué suerte ¡!! Y para celebrarlo, nos vamos a la calle Laurel, un paraíso gastronómico donde nos ponemos las botas de pinchos y vino riojano, esto funciona así: En cada tasca un vino y un pincho, os podéis imaginar después de cinco cómo van los cuerpos jajajaja.

                                  

                  

Tenemos una visita más que deseada en La Rioja, a nuestra tía Josita, hermana de mi suegra y que vive en Bañares, un pueblecito junto a Santo Domingo de la Calzada de unos 300 habitantes en temporada alta, pero es una auténtica maravilla con su Iglesia su ermita son dos joyas del románico. Solíamos ir una vez al año, pero desde que llegó la pandemia, nos había sido imposible ir. Nos espera con los brazos abiertos y el apretujón es tremendo.

               

Lo que pensaban ser tres o cuatro días, se convierten en diez, dan lluvias y estamos tan a gusto que no hay manera de arrancar. Aprovechamos que es el día de los muertos para engalanarnos de manchegos catrinas y hacernos fotos en esta casa que es una auténtica maravilla con escenarios espectaculares, y no sólo eso, el manchego decide que se viste de manchega de una vez por todas, con lo que nos echamos todos unas buenas risas. 

             

                    

                 

                    

Además la gente del pueblo, está encantada con los manchegos, todo el mundo en la calle nos para y nos pregunta, vienen a casa a traernos regalos, vino, salchichón, tocino, caparrones … ¡que pasada! Y para rematar, Josita compra camisetas y delantales para todo el pueblo, que suerte, y qué afortunados nos sentimos de tener gente así a nuestro alrededor. ¡Muchas gracias Josita, Silvia y a los vecinos de Bañares!